Chucho Reyes
Restauración

Chucho Reyes

La Casa Luis Barragán alberga una importante colección de la obra del autor tapatío Jesús “Chucho” Reyes Ferreira.  Con piezas únicas dedicadas al Arquitecto, a Rosa y Miguel Covarrubias, y con distintos estilos pertenecientes a 4 etapas pictóricas.

La Casa Luis Barragán alberga una importante colección de la obra del autor tapatío Jesús “Chucho” Reyes Ferreira.  Con piezas únicas dedicadas al Arquitecto, a Rosa y Miguel Covarrubias, y con distintos estilos pertenecientes a 4 etapas pictóricas encontramos gallos, caballos y payasos, Cristos, ángeles y Vírgenes, telones, peces, diseños vegetales, diseños geométricos y fachadas. 

Gracias al apoyo del FONCA hemos podido conservar durante los últimos años la mayoría de las piezas de la colección. 

Chucho Reyes sabe lo que hace porque se identifica con todo lo que lo rodea, porque lo que sus manos tocan es siempre hermoso o nos descubre la belleza de lo que nos parece que no tiene. Dotado de una percepción instantánea, nos señala con unas cuantas sílabas la esencia misma de la cosa. Pocos hombres aman y se complacen en la belleza como él. Un día cualquiera se le ocurrió pintar sobre papel de China y operó, así nada más, un acto de magia. Un parentesco indudable con el arte plumario de los mexicanos clásicos refuerza la riqueza objetiva de este gran artista. Sangrante, el papel de China soporta en su fragilidad, quién sabe cómo, la imagen terrible de Nuestro Señor martirizado. Ya estos papeles tienen fama universal. Imposible escribir sobre arte en México sin referirse a Chucho Reyes”. 

Carlos Pellicer

MAESTRO DEL COLOR

por Alejandra Topete

Algunos Datos Biográficos 

José de Jesús Benjamín Buenaventura de los Reyes y Ferreira nace en octubre de 1880 en Guadalajara, Jalisco. Es considerado una de las personalidades más originales de la plástica mexicana del siglo XX.  Inició su contacto con las artes gráficas en 1894 como aprendiz en la Litografía e Imprenta de Loreto y Ancira en su ciudad natal, labor que despertó también su interés por los libros.

Siendo un niño de 9 ó 10 años trabajó en una fábrica de chocolates, donde su imaginación se daba vuelo con las manchas que éstos dejaban en los papeles de envoltura.  Alrededor de los 17, ingresó en la Casa Pelladini, almacén de grabados y materiales de arte, donde realizó novedosas decoraciones en los escaparates.

En 1911 hereda de su padre una colección de arte, artesanías y antigüedades, aumentando así su interés por el coleccionismo.  Con el tiempo se convirtió en un experto anticuario y su tienda, en donde tenía tanto piezas de origen europeo como figuras de arte popular, era el centro de reunión de muchos artistas.

Chucho Reyes pintó sus primeros papeles de china con el fin de utilizarlos para envolver las antigüedades que compraban sus clientes. La gente comenzó a interesarse por estos papeles, y sus amigos como Luis Barragán, Mathías Goeritz, Juan Soriano, Paul Westheim y Octavio Paz reconocieron su trabajo.  Así mismo, años más tarde, artistas como Pablo Picasso y Marc Chagall admiraron la fuerza inventiva y el colorido de su obra.

A la edad de 58 años se traslada a la Ciudad de México, decoró una casa en la calle de Milán donde pasaba horas pintando, preparando mezclas con anilinas y “embarrando” papeles en el patio central. 

En 1950, a iniciativa de Mathías Goeritz, expone en la Galería Arquitac de Guadalajara. Pero no es hasta 1962 cuando se le organiza una gran exposición retrospectiva en el Palacio de Bellas Artes de la ciudad de México.

Murió en agosto de 1977 admirado y reconocido como un gran artista tanto en México, como en el extranjero.

CONSERVACIÓN 

Entre los objetivos principales de la Casa Luis Barragán se encuentra la labor de la conservación del patrimonio cultural, garantizar su salvaguarda para transmitirla a futuras generaciones

Las acciones de conservación están enfocadas en prolongar la vida de una obra de arte.  En el caso del presente proyecto que contó con el apoyo del FONCA realizamos 3 principalmente: Registro, restauración y conservación preventiva.

Gracias al registro fue posible diagnosticar la colección, organizarla y realizar un índice de ubicación.

Con las intervenciones de restauración logramos detener el deterioro y recuperar la estabilidad estructural y estética de las piezas.

Finalmente, las operaciones de conservación preventiva fueron de gran importancia para asegurar que las obras se encuentren estables y permanezcan a largo plazo.  

El estado de conservación de una obra de arte depende de dos factores:

  1. los materiales constitutivos y la técnica de manufactura.
  2. las condiciones a las que se expone durante su vida.

Poco podemos hacer para evitar el deterioro inherente a la obra, sin embargo, es posible alargar considerablemente su vida útil al controlar los factores de deterioro externos a ella, es decir, por medio de la conservación preventiva.

Uno de los métodos más efectivos para lograrlo es, por un lado, controlar las condiciones ambientales: luz, temperatura y humedad relativa.  

Y por otro lado, es de vital importancia elegir materiales y técnicas de montaje, almacenaje y exposición adecuados, ya que los materiales en contacto directo con la obra determinarán el estado de conservación de la misma.

Con el objetivo de asegurar la permanencia de la colección, se realizaron montajes individuales con materiales libres de ácido, calidad museo y técnicas no invasivas.  

De esta manera, las obras están debidamente protegidas durante el almacenaje, consulta, transporte y exposiciones temporales a las que lleguen a pertenecer.